Desde el pasado mes de octubre hasta
el mes de enero, hemos estado desarrollando la revisión, limpieza, reparación y
preparación de las cajas nido que tenemos instaladas en el Parque Periurbano de
los Villares para que estén dispuestas para la próxima primavera.
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Nido de herrerillo común |
No todas estuvieron operativas,
ya que debido a varias circunstancias (desaparición, manipulación por personas,
abiertas por pájaros carpinteros,…) solo quedaron 133 disponibles, de un total
de 144 cajas instaladas, durante la época de cría del pasado 2018. De éstas, se
observó ocupación en 103, lo que supone un 77,44 % de éxito de ocupación, un dato muy similar al del año
pasado y de los más altos desde que llevamos con este proyecto en los Villares.
Entre las
cajas ocupadas, se detectó doble éxito de nidificación en tres de ellas; una
que fue ocupada por una pareja de herrerillo común y posteriormente, cuando fue
ya abandonada, fue elegida por una pareja de carbonero común para sacar su
puesta; otra con dos puestas de herrerillo común y la tercera con dos puestas
de carbonero común.
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Limpiando una caja |
De las 30 cajas nido consideradas
como no ocupadas, varias se vieron afectadas por diversas molestias, influyendo
negativamente en el éxito de ocupación de las mismas. No obstante, se hallaron
materiales o signos de intento de nidificación sin éxito en 5 de ellas.
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Gráfico de ocupación por especies en 2018 |
De las incidencias más
destacables de este año está el notable descenso de la ocupación por agateador
común, que finalmente se quedó en una sola caja de las veinte que para esta
especie hay instaladas, pero el hecho de su ubicación a baja altura ha facilitado
la manipulación y molestias humanas que probablemente han derivado en este
resultado. Indicar que de las once cajas inutilizadas durante la primavera
cinco fueron de agateador y por acción deliberada de personas.
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Agateador común |
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Limpiando una caja de agateador |
Otra curiosidad, durante la
limpieza de este año, hace referencia a la chinche americana del pino, especie
invasora originaria del oeste de Estados Unidos, que se alimenta de la savia de
brotes, piñones y piñas en formación. El año pasado se detectó un único
individuo en un nido, mientras que este año se han observado cinco en cuatro
nidos de diferentes zonas del parque.
En cuanto a la predación, este
año solo se ha apreciado signos en dos de las 103 cajas ocupadas, es decir, un
1’94%. El porcentaje más bajo de todos los años que se lleva con el proyecto.
Todo un éxito que avala las medidas que progresivamente se han ido adoptando: voladizos
metálicos en el techo, placas metálicas alrededor de la abertura de la caja,
forrado de malla para los laterales y la instalación de una tablilla interior.
Esta última se coloca justo bajo el agujero de acceso, para que divida el
espacio interior en dos zonas y protege la inferior, donde se crían los pollos,
de aquellos predadores que introducen las patas por la abertura de la caja
intentando alcanzar a las aves.
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Analizando uno de los nidos |
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Caja ocupada por una pareja de trepadores azules |
Los datos obtenidos confirman la idoneidad
del proyecto en el entorno en el que se está desarrollando, tan deficitario en
oquedades naturales que permitan a estas especies llevar a cabo sus puestas y
su reproducción. Especies que, a su vez, velan por la buena salud del bosque,
de los árboles y matorrales, controlando la población de orugas, insectos y
potenciales plagas.
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Carbonero común |
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Herrerillo común |
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Objetivo final del proyecto. Pollo de herrerillo común. |
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Nido de herrerillo en el que destacaba la presencia de mucho pelo de jabalí. |
Ya estamos deseando saber qué pasa en esta primavera. Os seguiremos informando y, si os apetece, podéis acompañarnos.
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