domingo, 24 de febrero de 2019

EL TESORO DEL DONADÍO

A finales de febrero estuvimos visitando una de las zonas húmedas con mayor biodiversidad de la provincia de Córdoba, la laguna de Donadío, en la proximidades de la localidad de Santaella, sede de la imponente iglesia de la Asunción, "la catedral de la campiña", con su no menos majestuosa colonia de primillas.
En una actividad auspiciada por el área de Turismo del consistorio local y la Diputación Provincial, escolares de este municipio han visitado este enclave con sus profesores para conocer el increíble tesoro natural del que gozan.  Un geólogo y el grupo local SEO/Córdoba les acompañamos para proporcionarles información sobre las características del terreno donde se asienta la laguna y la increíble variedad de aves que hacen uso de este enclave.

Los pequeños al asomarse al telescopio descubrieron un mundo nuevo
Los niños se arremolinan y esperan su turno en torno a los telescopios para ver las aves de la laguna
Siguiendo la máxima de que nadie puede amar lo que no se conoce, esperamos que todos estos chicos, después de esta experiencia, se enamoren de este lugar y de todas las aves que la pueblan.


Los niños de entre 3 y 10 años, mostraron mucho interés

El grupo de escolares de La Montiela que visitó la laguna 
La Laguna del Donadío, 40 km al sudoeste de la capital cordobesa, y muy próxima al río Genil y el límite provincial con Sevilla, presenta un carácter estacional y sus aguas son semisalobres.
Es una isla rebosante de vida, rodeada de olivos. Enmarcados entre los tarajes aparecen carrizos, eneas y cañas que delimitan la lámina de agua y sirven de refugio, área de nidificación y alimento a una amplia y riquísima comunidad de aves.
Esta laguna incomprensiblemente, carece aún del carácter de reserva natural del que sí gozan otras lagunas del sur de la provincia de Córdoba, pero no desmerece lo más mínimo de ellas y es un enclave privilegiado para contemplar especies tan icónicas como la malvasía cabeciblanca.

Malvasía cabeciblanca
Grupo de flamencos
Así, ante nuestros ojos, se mostraron decenas de flamencos y fochas, los más abundantes, pero también contemplamos a la ya citada malvasía, zampullines comunes (o chicos), ánades frisos, ánades reales (o azulones), patos colorados, porrones y un aguilucho lagunero que surcaba los cielos de un extremo a otro de la laguna.
Zampullín chico
Hembra de aguilucho lagunero
Hasta un centenar de especies de aves han sido vistas en este lugar. Por ello es un sitio a tener muy en cuenta para visitar. Así que haced un hueco en vuestra agenda esta primavera y quizás seáis vosotros quienes contempléis las canasteras, el avetorillo o la garza imperial que la frecuentan en esas fechas.

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