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lunes, 15 de mayo de 2017

DIFERENCIAR JÓVENES Y ADULTOS DE BUITRE LEONADO

Cuando salimos al campo para ver aves nuestra primera intención es, evidentemente, la identificación de la especie que tenemos la suerte de enfocar con nuestros prismáticos o telescopios. Pero cuando vas puliendo y afinando tus dotes de observación, también supone una gran satisfacción ver que tras la identificación de la especie, también puedes llegar a saber algo más del individuo que tienes enfocado, como puede ser la edad o el sexo.

En esta ocasión vamos a fijarnos en algunos detalles que nos pueden señalar, cuando estemos observando buitres leonados (Gyps fulvus) si estamos viendo un adulto o un joven.
Serán tres los puntos en los que tendremos que centrar nuestra atención:

1º.- El pico. En los jóvenes tendrá un color oscuro que se irá aclarando progresivamente hasta tomar un color claro.
2º.- El color del iris. Característica más difícil de observar en el campo, pero que en ocasiones se puede llegar a distinguir. En los jóvenes es un marrón muy oscuro, mientras que en los adultos es un marrón bastante claro.
3º.- El color de las plumas de la gorguera (conjunto de filoplumas que rodean la base del cuello). En los juveniles es claramente marrón, mientras que en los adultos se va aclarando llegando a ser de color blanco.

En las siguientes imágenes podéis observar estas diferencias.



Creemos que en las dos siguientes fotografías no tendréis dificultad ninguna en adivinar cuál es el joven y cuál es el adulto.



Pero todavía hay otra característica más que nos puede ayudar a diferenciarlos en vuelo, y es la punta de las plumas de vuelo. Como podemos ver en las siguientes imágenes las plumas de los jóvenes acaban en punta, mientras que conforme las van mudando, las nuevas tienen la punta más roma, más redondeada. 



Hay que tener en cuenta que estas aves realizan la muda de forma progresiva a lo largo de varios años. Tardan en adquirir el plumaje adulto hasta cinco años, por lo que no es raro encontrarnos con individuos en los que se puedan ver los dos tipos de plumas.

Os dejamos también un par de fotos para que practiquéis.



jueves, 4 de mayo de 2017

VIAJE A LAS HOCES DEL DURATÓN

Esta pasada Semana Santa, algunos miembros del Grupo Local tuvimos la oportunidad de "pajarear" por el entorno del Parque Natural de las Hoces del río Duratón (Segovia).

Para ello contamos con el asesoramiento de Juan Matute, de la empresa Vultour Naturaleza, al que queremos agradecer aquí, su gran acogida y amabilidad con nosotros.

Tras el viaje, en el que pudimos comprobar, en la autovía, que la "migración" también se produce, en fechas vacacionales, entre la especie humana, y una vez que tomamos posesión del alojamiento, dedicamos la tarde a dar un paseo por el entorno del parque, finalizando en las ruinas del monasterio de la Hoz, donde acompañados de un paisaje espectacular, disfrutamos de una espléndida puesta de sol.

Esa tarde vimos, entre otras, especies como el búho real, buitre leonado, alimoche, roquero solitario, gorrión molinero, curruca carrasqueña, ...





Al día siguiente, en el camino hacia la ermita de San Frutos, fuimos a la búsqueda de la escasa alondra ricotí, que empezamos a detectar por su canto y después pudimos disfrutar de varios ejemplares, algunos ya con pollos y otros cantando desde un posadero de piedra. Todo un "bimbazo" para la mayoría del grupo.

El lugar además es magnífico para aláudidos y también se vieron totovía, cogujada común y montesina, terrera común, alondra, calandria,..., además de collalba gris, collalba rubia, curruca mirlona, curruca tomillera,...




Tras el desayuno, dimos un agradable paseo por la orilla del río Duratón, en las proximidades del puente de Villaseca, disfrutando de mirlo acuático, lavandera cascadeña, chochín, trepador azul,..., y una buena colección de mariposas (Iphiclides polalirius, Inachis io, Callophrys rubi,...).



A continuación vino el momento turístico y visitamos la histórica y monumental Sepúlveda, paseo más que recomendable. A la salida de la villa, y cerca de una de las hoces del río, tuvimos la ocasión de gozar de los cercanos vuelos de los leonados y las chovas piquirrojas.




Al finalizar el día, volvimos a la ermita de San Frutos para ver, desde allí, la puesta de sol y los vuelos de los omnipresentes leonados y alimoches.







Al día siguiente pudimos disfrutar de dos de los hides de Vultour Naturaleza, el de carroñeras y forestales, que nos proporcionaron, el primero, momentos magníficos con cuervos, leonados, alimoches, buitre negro, milano negro y real; y en el segundo, picogordo, gorrión chillón, mosquitero papialbo, herrerillo común y capuchino, carbonero común, verderón, verdecillo, trepador, bisbita arbóreo, .... Un  auténtico lujazo.






Por la tarde, y guiados por Juan, visitamos una cueva en la que había un nutrido grupo de murciélagos de cueva.

Ya iba tocando el final del viaje, pero antes de regresar visitamos la preciosa villa medieval de Pedraza y la Casa del Águila Imperial, centro de interpretación que se ha construido en la antigua iglesia de San Miguel, a la entrada de esta villa.

Finalmente, y para que el regreso no fuese demasiado "traumático", hicimos una pequeña parada en las lagunas de Alcázar de San Juan, donde completamos el listado de especies del viaje con algunas acuáticas como tarro blanco, malvasía, zampullín cuellinegro, pato colorado, fumarel cariblanco,....




Una Semana Santa bien aprovechada.
Para ver la lista entera de especies detectadas en este viaje podéis hacer clic aquí.